
Suprimir alimentos o tener una lista de alimentos prohibidos con el propósito de adelgazar parece que no vaya a tener ninguna consecuencia negativa ya que es la clave en la mayoría de las dietas de moda, pero podría estar en el inicio y mantenimiento de la anorexia y bulimia.
¿Hay algún riesgo en tener alimentos prohibidos?
Seguir una dieta variada y equilibrada es la mejor forma de garantizar a nuestro cuerpo todos los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo, mantenimiento y funcionamiento, incluyendo el cerebro. Todo es cuestión de proporcionalidad.
Ningún alimento en sí mismo es peligroso. Sería necesario suprimir determinados alimentos sólo en caso de alergias, intolerancias graves o situaciones especiales como embarazos. Siempre siguiendo las recomendaciones del médico. El problema es que hay gente que cree que se han de eliminar por completo ciertos alimentos si se quiere adelgazar. Estos alimentos son generalmente ricos en azúcares e hidratos de carbono. Suelen resultarnos muy atractivos porque nos proporcionan un placer inmediato al ingerirlos. Por otro lado, también suelen ser los alimentos más calóricos.
¿Puede ser el inicio de la anorexia y bulimia?
Una pequeña cantidad de un alimento, o su consumo eventual, por muy calórico que sea, no tiene por qué suponer tirar al traste una dieta. Hay personas que tienden a pensar de manera dicotómica: todo o nada. Es una forma muy común de pensar si se sufre bulimia. Por eso tienen miedo a que si se permiten tomar uno de estos alimentos prohibidos luego consumirán una gran cantidad de ellos, no podrán parar y eso será catastrófico para su dieta. Pero, tener alimentos prohibidos, hace aumentar el miedo a engordar y además aumenta las ganas de consumirlos.
A estos alimentos se les atribuyen características exageradas relativas a su sabor y al placer que se experimenta al ingerirlos. Nos atrae precisamente lo que nos prohibimos. Se fantasea con la posibilidad de ingerirlos y se recrean mentalmente las sensaciones exacerbadas que experimentarían al hacerlo. A veces incluso se tienen sueños recurrentes con ellos. Todo esto provoca las ganas de consumir esos alimentos en grandes cantidades. La ansiedad aumenta y el hecho de comer la calma por un instante.
El objetivo en el tratamiento psicológico de la anorexia y bulimia es convencer de la conveniencia de introducir alimentos en la dieta poco a poco y llegar a ser capaces de consumirlos cuando realmente se quiere y en las cantidades que nos permitirían sentirnos cómodos.