
En la vida no siempre nos sentimos felices, alegres, motivados, ilusionados y tranquilos. Sentir lo que llamamos emociones negativas, como la tristeza o el nerviosismo, es normal. A veces esas emociones nos crean un gran malestar que se prolonga en el tiempo. Se ven afectadas varias áreas de nuestra vida: relaciones sociales, familiares o de pareja, el trabajo e incluso puede que no disfrutemos de nuestro ocio. La propia persona decidirá cuándo acudir al psicólogo, pero si no sabes cómo resolver ese malestar por ti mismo, puede que sea el momento de ir. Como ves no necesitas estar “loco” para acudir a un profesional, del mismo modo que no solo vas al médico si te has roto la cabeza o te ha dado un infarto.
Aquí te damos algunas pistas para que decidas si sería bueno acudir al psicólogo y qué ayuda te puede ofrecer.
No estoy loco. Lo tengo que hacer por mí mismo
A veces no tenemos claro qué nos ocurre. Estamos tan bloqueados que sólo sabemos que llevamos un tiempo sintiéndonos mal. Ni siquiera tenemos que llevar preparado cómo se lo vamos a explicar al psicólogo cuándo nos planteamos ir.
Cuando hablemos con él psicólogo podemos expresar cómo nos sentimos, nuestras preocupaciones. Él será quién nos irá haciendo preguntas para averiguar qué nos está pasando y en una primera consulta irá convirtiendo nuestras quejas en problemas a resolver con su ayuda.
Sabrás cuándo acudir a un psicólogo si tu malestar persiste y la búsqueda de solución por ti mismo no te ha funcionado.
Otras veces tenemos claro cómo se ha originado lo que nos ocurre, pero no encontramos la salida. Nos hemos apoyado en otras personas, hemos intentado varias soluciones, pero no nos han ayudado.
En el psicólogo encontraremos una persona que no nos juzgará, sabrá empatizar y de una manera objetiva aplicará técnicas con base científica que nos ayudarán a enfocar los problemas de otro modo.
Tú serás quien decida cuándo acudir al psicólogo. El tiempo por sí mismo no lo cura todo.
Orientación o psicoterapia
Cuando el problema es algo puntual y contamos con recursos personales para afrontarlo, pero nos sentimos bloqueados necesitamos una orientación psicológica. El apoyo psicológico en este caso será breve. El profesional nos dará información para enfocar la situación de otro modo. Nos desbloquearemos y podremos resolver el conflicto.
Cuando el malestar está muy instaurado y ya no confiamos en nuestras capacidades para solucionarlo necesitamos una terapia que ahonde en la raíz del problema y produzca cambios más profundos y duraderos.
Situaciones para plantearnos cuándo ir al psicólogo
A continuación enumeramos las situaciones más comunes ante las cuales las personas acuden al psicólogo.
1. Sientes que no tienes control sobre tu vida
Tienes un gran malestar que te impide vivir la vida disfrutando de ella. Haces cosas que sabes que te perjudican, pero es tu manera de afrontar tu malestar: discutes frecuentemente con los que te rodean, tienes alguna adicción (tabaco, drogas…), no tienes apetito o comes sin control. Por las noches te cuesta conciliar el sueño, mantenerlo o por el contrario deseas dormir constantemente. Levantarte cada mañana te supone angustia ya que no tienes ilusión o sientes ansiedad ante lo que te espera. Te invaden pensamientos negativos que no sabes cómo controlar.
2. Tienes constantemente ganas de llorar o tristeza la mayor parte del tiempo
A veces tienes ganas de llorar por algo que te ha ocurrido y otras ni siquiera sabes muy bien por qué. Te invaden pensamientos negativos.
3. Te encuentras muy estresado
Tienes ansiedad la mayor parte del día. Tienes constantes preocupaciones que no te dejan descansar. Sientes que no puedes con todo.
4. Tienes problemas con tu pareja
La relación de pareja te hace sentir mal. No os entendéis, discutís, no os apetece hacer cosas juntos y tenéis problemas sexuales.
5. No te gustas
Tienes una baja autoestima, no te valoras y no te gustas. No te aceptas físicamente y no te gusta tu manera de relacionarte con los demás.
6. Tu pasado te atormenta
Estás anclado en algo negativo que te sucedió en el pasado y no te deja avanzar ni disfrutar del presente.
7. No tienes ninguna ilusión por el futuro
No tienes ganas de levantarte por las mañanas. Ya no disfrutas con cosas con las que antes te solías divertir y relajar. Estás desesperanzado, no le encuentras sentido a tu vida y . Te encuentras mal y crees que esta situación se seguirá manteniendo en el futuro.
8. No te sientes capaz de hacer ciertas cosas que repercuten en tu bienestar
La ansiedad te paraliza. No te atreves a salir a la calle, a ir al cine o relacionarte con los demás.
Conclusiones de cuándo acudir al psicólogo
Hemos tratado de resumir los principales problemas por los que la gente suele acudir al psicólogo, pero en general te diré que siempre que tengas sensación de malestar psicológico que te influye negativamente en tu día a día y te impide disfrutar de tu vida. Tú eres quien decide hacerlo o no, pero el tiempo, por sí mismo, no lo cura todo.