
Te contamos en qué consiste la técnica de mindfulness
El mindfulness o atención plena consiste en un estado en el que la persona se focaliza en las sensaciones que tiene en el momento presente, procurando no juzgarlas, minimizarlas, rechazarlas o exagerarlas.
Mindfulness permite reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo. Es una focalización continua hacia el presente, que requiere mucha práctica, aunque al explicarlo pueda parecer algo sencillo.
En qué consiste el mindfulness
El mindfulness no es una contemplación pasiva, sino todo lo contrario; se trata de abrirse al mundo, aceptar lo que el mundo ofrezca a cada instante. Exige la voluntad de focalizar nuestra atención en el presente. La atención no solo se refiere a estímulos externos, también se puede prestar plena atención a los pensamientos y sentimientos. Se trata de verlos como son: sólo pensamientos, sólo recuerdos o sólo opiniones. Atender a nuestras vivencias interiores, sin juzgarlas, ni negarlas no suele resultar fácil.
Se trata de abrirse al mundo, aceptar lo que el mundo ofrezca a cada instante
¿Cómo nos puede ayudar la atención plena?
La atención plena nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno. Un método que ayuda a tomar pensamientos y sentimientos tal y como son ayuda a contrarrestar problemas de ansiedad, depresión, estrés laboral, etc…
Los trastornos de ansiedad tienen que ver con una actitud permanentemente aprensiva hacia el futuro. Si constantemente estamos preocupados por el futuro, tenemos miedo ante las cosas negativas que puedan llegar a ocurrir no podemos sentirnos tranquilos. Los estados depresivos, fundamentalmente, interpretan hechos pasados, de una forma distorsionada, negativa o catastrófica. Las personas depresivas están proyectadas hacia el pasado.
Por tanto, si logramos romper el enganche continuo hacia el pasado o el futuro, logramos minimizar las emociones negativas de los estados de ansiedad o depresivos. Esto es lo que se consigue a través de la atención plena, estando abiertos a la experiencia presente.
El minfulness puede ayudar a cualquier persona, aunque no tenga problemas graves relacionados con ansiedad, depresión o algún trastorno. No procurará la felicidad, pero sus beneficiosos efectos harán que podamos percibir experiencias en el aquí y ahora que antes no éramos capaces de sentir.
Cómo comenzar a practicar mindfulness
Estamos acostumbrados a hacer varias cosas a la vez o estar haciendo una y pensando en otra. Por ejemplo, ¿eres consciente de lo que piensas mientras te lavas los dientes? Prueba a pensar solo en lo que estás haciendo, en el aquí y ahora. Vive la experiencia de sentir el cepillo de dientes, sus movimientos, el sabor de la pasta dentífrica, el sonido que se produce…
Puedes empezar a practicar mindfulness con un ejercicio muy sencillo.
Enciende una vela en una habitación oscura. Siéntate y simplemente obsérvala. Puede que el primer día sea suficiente con 10 minutos. Se trata de enfocar tu atención sobre la vela y su llama. Libera la mente de cualquier otro pensamiento. Observa tu respiración y el baile de la llama, su calor… A continuación, cierra los ojos y curiosamente, seguirás teniendo su imagen unos segundos. Sigue recreándote en todo lo que sentías al mirarla.
Anímate a empezar y sé constante, hasta que crees un hábito. Te encantará y comenzarás a sentir sus beneficios.