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Impotente, desmotivado, quemado

El burnout es un estrés crónico en el área laboral que se caracteriza por agotamiento emocional y físco. El verbo inglés “burn out” significa quemarse, consumirse, agotarse. Es la sensación que se siente cuando ya no tienes energías para desarrollar las tareas que requiere tu trabajo y acabas teniendo desmotivación y falta de interés. Se da sobre todo en profesiones donde la implicación con pacientes o clientes es intensa y prolongada. Docentes, personal sanitario, cuerpos de seguridad del estado, personas que trabajan en atención al cliente, trabajadores sociales, etc.

Juan Carlos es un profesor con 10 años de experiencia. Lleva meses sintiéndose desmotivado en su trabajo. Cada vez le cuesta más trabajo levantarse para ir a trabajar, no tiene ilusión. En el colegio tiene la sensación de que los problemas con los alumnos, con los padres y con la organización del centro le sobrepasan. Tiene la sensación de estar agotado continuamente y pospone obligaciones. Ya no se implica en su trabajo y ha cambiado su actitud con sus alumnos. Posiblemente esté “quemado”.

Hay algunos rasgos de personalidad que pueden predisponer a estar quemado laboralmente

Diferencias entre estrés laboral y burnout

A veces cuesta diferenciarlo ya que el burnout comienza con estrés. Una persona estresada piensa que si rebajaran el nivel de exigencia en su trabajo o contara con más ayuda el nivel de estrés bajaría, ya que podría dar respuesta a los requerimientos. En este caso tendría todo bajo control y se podría relajar. Sin embargo, la persona que presenta el síndrome de estar quemado  llega a perder es el interés, se siente impotente. Si sienten desesperanza, no tienen metas,  no ven sentido ni solución, pueden desarrollar depresión.

Causas del burnout

Hay algunos rasgos de personalidad que pueden predisponer a estar quemado laboralmente. Personas muy perfeccionistas, con gran necesidad de tener todo bajo control, muy empáticas y pesimistas.

Las causas externas suelen tener que ver con el tipo de trabajo (trabajos muy exigentes o muy monótonos), la falta de reconocimiento o recompensa por un trabajo bien hecho, ver escasos resultados a pesar de mucho esfuerzo o contar con pocos apoyos dentro y fuera del ambiente laboral.

El estilo de vida también puede contribuir. La dificultad para desconectar del trabajo fuera del contexto laboral, trabajar demasiadas horas, no dormir lo suficiente o tomar demasiadas responsabilidades juegan en contra.

Síntomas

Estos son algunos de los síntomas más característicos del burnout:

  • Cansancio casi permanente. Sensación de falta de energía
  • Defensas bajas y enfermar a menudo
  • Dolores frecuentes de cabeza, espalda y malestar general
  • Problemas para dormir
  • Baja autoestima, sensación de fracaso y desmotivación
  • Pérdida de la capacidad de satisfacción
  • Tardar más tiempo en realizar las tareas o posponerlas

Qué hacer

Como se puede observar hay síntomas comunes con los de la depresión, por eso, cuando el síndrome de estar quemado se prolonga demasiado puede desencadenarla.

Pedir ayuda al psicólogo cuanto antes es lo más conveniente, pero aquí te damos algunas claves para que vayas poniéndolas en práctica si reconoces las causas o síntomas que hemos mencionado y has descartado que correspondan a alguna enfermedad como hipotiroidismo o fibromialgia.

Cuídate

Haz algo de ejercicio, lleva una alimentación equilibrada y sobre todo duerme lo suficiente.

Aprende a desconectar

Dedícale tiempo a algún hobbie todos los días, fomenta y cuida las relaciones sociales. Práctica alguna técnica de relajación como el mindfullnes.

Cambia tu forma de pensar

Analiza tus auto-exigencias y aprende a poner límites. Aprende a ser más práctico, a organizarte y a delegar.

Apóyate en un confidente

Quejarse continuamente sirve de nada, pero en alguna ocasión puedes expresar cómo te sientes con algún compañero de profesión, amigo o familiar que te escuche y te apoye.