
¿Somos buenos descubriendo mentiras?
Se suele decir que "los niños y los borrachos siempre dicen la verdad". Esta afirmación es en sí misma falsa. El alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central. Esto hace que se tenga menor control sobre la conducta. Por eso una persona que ha ingerido alcohol puede decir “verdades”, que de estar sobrio nunca hubiera dicho. Pero también hace que se distorsione la realidad y se cuenten fabulaciones o mentiras. Los niños también son unos grandes mentirosos. Unas veces con intencionalidad y otras por su imaginación desbordada. El problema es que no se nos da muy bien detectar mentiras. Creemos ser buenos en detectar que nos están mintiendo, pero no es así. A través de la comunicación podemos persuadir de tal forma que hagamos creer algo que no es verdad sin que lo detecten. Por el contrario, podemos estar siendo sinceros y que nos tomen por mentirosos.
Aún así, todos nos percibimos con más facultades para descubrir mentiras de las que realmente tenemos. A veces nos basamos en lo que llamamos intuición y acertamos. Pero la mayoría de las veces caemos en la trampa y nunca llegamos a descubrir que nos han mentido. Hay verdaderos profesionales del engaño, que conocen muy bien el proceso de comunicación y hacen de ello su herramienta más valiosa. Para detectar mentiras nosotros también debemos conocer a fondo este proceso. Pillar a un buen mentiroso es complicado, porque muestran una combinación de sangre fría, entusiasmo, inteligencia y buena memoria. También son buenos conocedores de las emociones y cómo manipularlas.
Los seres humanos nos creemos muy habilidosos en detectar mentiras, cuando en realidad es una habilidad que no poseemos
Aquí vamos a analizar en qué fijarnos para detectar cuándo alguien nos miente.
Cómo pillar a un mentiroso profesional
- El lenguaje no verbal (sonrisa, postura corporal, movimiento de manos, contacto visual) y el para-verbal (tono y volumen de la voz, ritmo, silencios) suponen más del 50% de la comunicación. Por lo tanto, un buen mentiroso será lo primero que controle. No nos servirá por tanto analizar estos parámetros, ya que si nos fijamos en esto nos transmitirá que dice la verdad.
- Según un estudio de 2004, el FBI concluyó que los oficiales que se basaban en señales verbales (respuestas vagas, contradicciones) distinguían mejor las verdades de las mentiras, comparados con quienes se basaron en señales visuales.
- Tampoco nos podemos dejar llevar por el aspecto físico. Según varios estudios solemos confiar más en personas con rasgos faciales "aniñados". Pelo claro y escaso, frente despejada, ojos grandes y redondos nos predisponen a creer más a esa persona.
- La mejor técnica es hacerle caer en contradicciones. Preguntar varias veces lo mismo, pero de diferentes maneras, o dar algo por hecho que ha negado anteriormente, puede funcionar para que se contradiga.
- Utiliza el factor sorpresa. Tienes que pillarle en algún detalle que creas que no ha preparado.
- Cuando preguntas “¿por qué te debería creer?” un mentiroso suele dar muchas explicaciones del tipo “porque soy una persona honesta” o “porque no hay pruebas en contra”, con el objetivo de convencerte con argumentos. Una persona que está siendo sincera se mostrará sorprendida ante la pregunta y simplemente dirá: “porque estoy diciendo la verdad”.
- Tus armas para detectar mentiras deben ser las mismas de quien te miente: inteligencia, sangre fría y persuasión.
Algunas señales orientativas para detectar mentiras
Lo primero que hay que confesar es que los psicólogos solemos decir qué señales o indicios vimos en una persona que estaba mintiendo después de ser pillada y no antes. Curiosamente esto ocurre porque no hay señales inequívocas de mentira, a pesar de los intentos de la psicología por descubrirlas. Los seres humanos nos creemos muy habilidosos en detectar engaños cuando en realidad es una habilidad que no poseemos. De hecho, basta con ver en las noticias la cantidad de mentirosos que engañan a familiares, ciudadanos, psicólogos e investigadores durante mucho tiempo.
Aún así, hay algunas señales o indicios que pueden dar pistas para delatar a un “mal mentiroso”.
- Hay una ausencia de mirada directa o muy poca. Esto no siempre se debe a que se está mintiendo. A veces es simplemente timidez o que se esté hablando de un tema que resulte incómodo.
- La distancia física suele ser mayor a la habitual. También se puede deber a factores culturales, pocas habilidades sociales o que a esa persona le resultes imponente.
- Respiración acelerada, rojez en la cara, tartamudeo, boca seca o sudoración. Esto también se puede producir por la ansiedad que produce tratar un tema embarazoso, aunque se esté diciendo la verdad.
- Algunos gestos como tocarse la boca o acariciarse la frente o el pelo. Esconder las manos o tener una postura retirada. También podría deberse a lo incómodo que resulta que te pidan explicaciones o te acusen de algo que no has hecho.
- Normalmente cuando nos están pidiendo que recordemos algo miramos hacia abajo y a la izquierda. Cuando inventamos miramos hacia arriba a la derecha.