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Trastorno Dismórfico Corporal

La dismorfofobia o trastorno dismórfico corporal es un trastorno bastante común, que en ocasiones lleva a trastornos de alimentación, obsesión por la cirugía plástica o fobia social. Es un trastorno relacionado con la sensación persistente y obsesiva de fealdad.

El trastorno dismórfico corporal es un trastorno de la imagen corporal. Se caracteriza por una excesiva preocupación por un defecto en el cuerpo, completamente imaginario o muy irrelevante, que causa deterioro físico, psíquico y/o social.

En una sociedad donde ser bello parece lo más importante en la vida, hay personas que no pueden soportar tener ningún defecto físico o lo que ellos consideran que se aleja de la “perfección”. Esto produce un gran malestar psicológico que la persona intenta compensar con respuestas inapropiadas, como el aislamiento social.

Suele comenzar en la adolescencia. Algunos factores que están en el origen tienen que ver con una baja autoestima, abusos sexuales o burlas y acoso escolar.

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La fealdad y la cirugía

Son muchas las personas famosas que pasan por el quirófano una y otra vez hasta que su aspecto es irreconocible. Incluso llegan a parecer muñecos, extraterrestres o monstruos. Todos ellos suelen tener en común este trastorno. El tener factores que predisponen a padecerlo y la gran presión social respecto al físico en cantantes, actores, actrices y modelos, hacen que sean colectivos con una gran prevalencia del trastorno dismórfico corporal.

Nunca van a aceptar su físico, por eso recurren de manera compulsiva a la cirugía estética.

Hay otras personas con un físico que nos puede parece espectacular, pero que no aceptan su cuerpo. Asocian su físico a la fealdad o viéndose desproporcionadas.

La dismorfofobia y los trastornos de alimentación

Un elemento común a la anorexia y bulimia es la insatisfacción corporal. El hecho de no sentirse bien con algún aspecto físico no tiene por qué ser un trastorno en sí mismo.

Una gran insatisfacción corporal, sobre todo relacionada con el peso o el volumen, puede predisponer a sufrir un trastorno de alimentación. Además es un buen predictor de recaídas.

Para tratar la dismorfofobia los psicólogos suelen recomendar una terapia cognitivo conductual. Pide ayuda a un profesional si crees que te ocurre algo parecido. Con esta terapia se busca contrastar las percepciones distorsionadas con la realidad, modificar ideas irracionales y no ocultar las partes que mayor obsesión y malestar producen. El objetivo es reducir los pensamientos obsesivos relacionados con el físico y respuestas de cuidado excesivo, cirugía o dietas. Si te vieras como te ven los demás cuanto te gustarías.