
Meditar está de moda
Hay muchos estudios científicos que avalan la meditación como ayuda al bienestar físico y mental. Es una técnica que tiene multitud de finalidades, pero para dominarla se requiere mucha práctica.
Esta práctica se ha llevado a cabo desde hace miles de años, pero últimamente parece que está volviendo a estar de moda en la sociedad occidental, como método para acabar con el estrés. Existen muchas técnicas de meditación, como el Raja Yoga, la Tibetana, Trascendental o Mindfulness (atención plena o conciencia plena).
El cerebro lleva a cabo incesantes cavilaciones mentales a cerca del pasado, el presente y el futuro. Son este tipo de cavilaciones, las que la meditación intenta disminuir, para poder concentrarse exclusivamente en el aquí y ahora. Meditar es entrar en un estado mental contemplativo. Es lo que vulgarmente se llama “dejar la mente en blanco”, que no es más que, no añadir ningún pensamiento propio a lo que se está percibiendo.
Beneficios de la meditación a nivel mental
El objetivo fundamental de la meditación es conseguir un estado de bienestar mental y físico, encontrar la conexión entre el cuerpo y la mente.
Contribuye a:
- Reducir el estrés y la ansiedad
- Mejorar la atención, la concentración y la memoria
- Aumentar la tolerancia al dolor
- Favorecer el sueño y el descanso
- Mejorar la toma de decisiones
- Incrementar la capacidad de aprendizaje
- Estar más a gusto con uno mismo, encontrar la paz interior
- Favorecer los pensamientos positivos
- Favorecer emociones de empatía y compasión
Meditar es entrar en un estado mental contemplativo
Cómo actúa la meditación en el organismo
Una de las técnicas que hay que dominar para poner en práctica la meditación es el control de la respiración. La respiración es pura energía vital. A través de la concentración y el control voluntario de la respiración, podemos también controlar algunos procesos fisiológicos que contribuyen al bienestar del organismo.
Diversos estudios de neurocientíficos y psicólogos han permitido sacar conclusiones de cómo actúa la meditación a nivel cerebral. Actúa tanto a nivel del lóbulo frontal, aumentando procesos como el de la atención, y en el sistema límbico, responsable principal de las emociones. Experimentalmente, se ha comprobado que la meditación posibilita la reducción de la actividad cerebral durante el estado de reposo, especialmente en la corteza prefrontal y el giro cingulado. Según Sara Lazar, neurocientífica del Hospital General de Massachussetts y de la Facultad de Medicina de Harvard, aquellas personas que meditan habitualmente experimentan algunos cambios a nivel neurológico.
Aumento de:
- El grosor de la corteza cingulada, parte del sistema límbico. Esta parte del cerebro es responsable de emociones, de la atención, el aprendizaje, la memoria y la percepción del dolor.
- El hipocampo izquierdo, imprescindible en el aprendizaje, las capacidades cognitivas, la memoria y la regulación de las emociones.
- La unión temporoparietal, asociada a las relaciones sociales, toma de perspectiva, la empatía y la compasión.
Reducción de:
- La amígdala, en parte responsable en general de la ansiedad, el miedo y el estrés
Según la teoría de la plasticidad cerebral, también se crearían nuevas conexiones neuronales y se refuerzan las ya existentes.
Conclusión
Parece que la meditación proporciona a quien la practica habitualmente multitud de cambios beneficiosos a nivel físico y sobre todo mental. Sus efectos no son inmediatos, ni suficientes si se padece algún trastorno mental o trastorno psicológico, pero puede ser el complemento ideal a la terapia psicológica y curiosamente, ayuda a reducir el consumo de fármacos. Para dominar las técnicas es necesario ser muy constantes y practicar unos minutos todos los días.
¿Te animas a probar algún tipo de meditación?