
Es complicado que los empleados de las empresas mantengan su motivación en el trabajo. Tradicionalmente se daba mucha importancia al salario. Tener un salario considerado adecuado al tipo de trabajo, jornada y nivel de responsabilidad es fundamental, pero hoy en día se da cada vez más importancia al llamado salario emocional.
¿Sigues pensando que la gran fuente de motivación en el trabajo es el dinero?
A continuación te contamos hasta donde puede motivar el dinero y qué es el salario emocional.
La importancia del dinero como motivación en el trabajo
Seguro que has oído decir muchas veces que el dinero no da la felicidad. Es una afirmación totalmente cierta. Si el dinero diera la felicidad todas las personas ricas serían inmensamente felices, pero seguro que sabes de personas con mucho dinero que no lo son. En el mundo empresarial ocurre lo mismo.
Pensar que la mejor o única compensación es el dinero es un gran error. Proporcionar al trabajador un buen salario puede funcionar como motivación en el trabajo en un primer momento, pero su efecto se diluye en el tiempo si no se acompaña de un salario emocional. La mejor manera de retener talento en la empresa es el salario emocional.
Qué significa salario emocional
El salario emocional se refiere a todas aquellas compensaciones no económicas que una empresa proporciona al trabajador. Tiene que ver con todas aquellas cosas que el trabajador percibe que le proporciona su trabajo que le hacen estar continuamente motivado. A través de estas compensaciones no económicas el trabajador ve satisfechas necesidades de diferente índole, se ve valorado y siente que su trabajo se adapta a su estilo de vida. A cambio la empresa recibe mayor productividad y mejor ambiente laboral. Cuando el salario emocional se aplica convenientemente, es difícil que un trabajador muy competente se quiera ir de la empresa o baje su productividad.
En qué se basa el salario emocional
La clave para aplicar bien el salario emocional es que el departamento de Recursos Humanos sea sobre todo eso: humano. Los seres humanos somos distintos unos de otros, aunque tenemos cosas en común. ¿A quién no le gusta que le valoren en su trabajo? ¿Poder, en gran medida, adaptar el trabajo a tu forma de vida y no al revés? ¿Tener otros incentivos a parte del salario económico?
Basados en esto, las empresas se plantean cada vez más la necesidad del salario emocional. Los seres humanos nos movemos por emociones. La motivación en el trabajo se basa de igual forma en lo emocional.
Lo más importante es la flexibilidad y adaptabilidad. A cualquier empresa le interesa que sus trabajadores sean competentes y altamente productivos. Para ello es fundamental plantearse objetivos a largo plazo. Una persona a la que se le compensa apropiadamente a nivel económico, pero no percibe otro tipo de compensaciones que atiendan a sus necesidades laborales y personales, es muy probable que cuando esté en el nivel más alto de productividad se vaya a otra empresa. A las empresas no les interesa que sus trabajadores más preparados les dejen. Ofrecerles más dinero suponga mucho coste a la empresa y no sea suficiente para retener el talento.
Qué es el salario emocional
El salario emocional pretende cubrir las expectativas y necesidades del trabajador que no se pueden satisfacer exclusivamente a nivel económico. Que las empresas puedan ofrecer diversidad de opciones para que cada trabajador pueda adaptar su trabajo a sus particularidades es la clave del salario emocional.
A continuación te explicamos algunos ejemplos de compensaciones basadas en el salario emocional.
1. Oportunidades de crecimiento dentro de la empresa
Sentirse estancado profesionalmente puede ser un motivo para cambiar de empresa. Sin embargo, si nuestra empresa nos ofrece posibilidades de crecimiento nos podemos sentir motivados a continuar en ella y a dar lo mejor de nosotros. Tener nuevos retos mantiene a los empleados más proactivos e ilusionados.
Plan de carrera: Tener objetivos a medio y largo plazo de cobrar más importancia dentro de la empresa para muchos es una gran fuente de motivación para crecer en sus actuales funciones y no irse a otra empresa. Si ve futuro se comprometerá más con la organización.
2. Desarrollo personal y profesional
Una empresa cuyos trabajadores no se desarrollan se estanca y muere. Cuando la empresa ofrece formación continua y promueve el desarrollo de las capacidades de sus empleados ambos crecen.
Capacitación: Las empresas ya están realizando selección por competencias. Si el empleado siente que puede aplicar sus capacidades al trabajo e incluso ir desarrollándolas más, aumentará su auto-confianza, su seguridad y se sentirá cada vez más a gusto.
Formación: En cualquier profesión se van produciendo avances. Suele producir desmotivación el quedarse obsoleto a nivel de conocimientos y todavía puede ser más desmotivante enfrentarse a tareas para las que no se está objetivamente preparado por falta de formación. Tener la posibilidad de una formación continua para adaptarse a los cambios puede generar mayor seguridad y crecimiento personal.
3. Reconocimientos
Posiblemente sea lo más importante y al mismo tiempo lo más económico para la empresa. Los reconocimientos se pueden hacer de muchas formas. Los más sencillo y con mejores resultados es dar la enhorabuena por un trabajo bien hecho. Esto siempre aumenta la motivación en el trabajo.
4. Buen ambiente laboral
Espacios sociales: Si preguntamos a los empleados de una empresa o a sus posibles candidatos cómo sería para ellos el trabajo ideal, la mayoría nombraría “un buen ambiente laboral”. La cohesión grupal en los equipos de la empresa también se pueden mantener gracias a interacciones esporádicas dentro de la empresa. Las interrupciones que los trabajadores no controlan, como las causadas por otros compañeros de trabajo, pueden suponer mucho estrés, desconcentración y pérdida de productividad. Si se disponen de espacios sociales de encuentro donde se pueda hablar de temas de trabajo de una forma más relajada, el trabajo en equipo se puede ver beneficiado. Salas con sofás, máquinas de café, una terraza donde tomar el aire pueden ser algunos ejemplos.
Espacios de bienestar: A parte de los espacios sociales también puede haber otros espacios para promover la salud, el deporte y la relajación. ¿Te imaginas poder recibir un masaje, asistir a sesiones de relajación o yoga sin salir de la oficina? Este tipo de espacios ya son una realidad en algunas empresas. Integrar prácticas que promueven la salud física y mental en la cultura empresarial contribuyen a un buen ambiente de trabajo.
5. Compatibilidad vida personal y profesional
Somos más que nuestro trabajo, pero muy a menudo sus exigencias nos dificultan poder conciliarlo con nuestra vida personal. Esto hace que aumente el estrés, el cansancio, la desmotivación y baje la productividad.
Flexibilidad horaria: Las empresas se están dando cuenta de que horarios inflexibles que se basan en el presentismo tienen cada vez menos resultados a nivel de productividad. Un empleado feliz siempre es más productivo. Los trabajadores responsables trabajarán para cumplir unos objetivos y sabrán llevar a cabo una buena gestión del tiempo. Para ello es muy importante la flexibilidad horaria. Poder compatibilizar la vida personal y profesional y estar en el lugar de trabajo en los horarios más productivos, es sin duda beneficioso para todos. Menos estrés, más productividad, menos absentismo y más felicidad.
Teletrabajo: Gran parte de muchos trabajos se podrían realizar desde casa. Disponer de esta posibilidad da mucha tranquilidad y aprovechamiento del tiempo. Si eventualmente podemos trabajar a distancia evitaremos tiempo en desplazamientos, trabajaremos a pesar de no encontrarnos muy bien (menos bajas laborales), o trabajar desde cualquier lugar alejado del trabajo donde poder estar más concentrados.
Días libres: Poder concentrar el trabajo para tener algún día libre es para muchos un gran aliciente. Cuando se percibe un salario económico adecuado, disponer de más tiempo libre es un plus importante. Puede ser un buen reconocimiento a un trabajo bien hecho, cumplir objetivos, implementar mejoras en la empresa…
Guardería: Uno de los grandes gastos y dificultad de horarios para los padres y madres de familia son cuando los hijos son muy pequeños. Compensaciones como cheques de guardería o disponer de una en la propia empresa son importantes ayudas para las familias. Facilitan la conciliación y suponen un ahorro económico importante.
6. Ser parte de las decisiones de la empresa
Sentirse parte de la empresa crea motivación en el trabajo, cohesión y productividad. Para ello es muy importante que la empresa nos haga partícipe de sus decisiones: que admita nuestras sugerencias, nos haga participar y valore nuestras aportaciones. Una forma de hacerlo es creando equipos que se autogestionen y participando en reuniones en las que se tomen decisiones. Una empresa que nos tiene tan en cuenta produce un sentimiento de fidelidad que hace difícil que nos queramos ir a otra.
Consecuencias de aplicar el salario emocional
Las ventajas para la empresa que incluye la retribución emocional en sus políticas son:
- Índices de rotación del personal bajos. Se evita la fuga de talentos
- Niveles bajos de absentismo
- Empleados satisfechos, son empleados con elevados índices de productividad y competitividad
El salario emocional puede suponer mucho menor coste económico que aumentar los salarios y sus beneficios son muy sorprendentes. La motivación en el trabajo es de suma importancia. Mejorar la productividad en la empresa siempre pasa por mejorar la motivación de los empleados. Si se sienten valorados, parte de la empresa, ven futuro, tienen buen ambiente de trabajo y adaptación a sus necesidades personales la motivación es difícil que desaparezca. La productividad de la empresa está directamente relacionada con el bienestar emocional de las personas que forman parte de ella. Una organización empresarial es un sistema: mejorando alguna de las parte se puede influir en el todo. A mayor satisfacción mejores resultados.