anorexia y baja autoestima

Descubrirás que la relación entre anorexia y baja autoestima es muy relevante. La anorexia nerviosa es un trastorno de alimentación que conlleva mucho sufrimiento. Tanto en anorexia como en bulimia existen varios síntomas comunes, entre ellos la baja autoestima. Superar la anorexia no es solo dejar de estar a dieta y aprender a comer, sino aprender a quererse.

Trabajar una sana autoestima desde la infancia es de suma importancia, ya que una baja autoestima y comenzar una dieta son factores de riesgo para sufrir un trastorno de alimentación.

Anorexia y baja autoestima

La autoestima se compone de:

Lo que pienso sobre mí mismo, las ideas que tengo acerca de mí.

Lo que siento sobre mí, los sentimientos que tengo hacia mí.

El conocimiento que tengo sobre mi propio valor como ser humano.

El valor que me doy a mí mismo, lo que me valoro.

La autoestima se va generando desde la infancia y la vamos enriqueciendo o empobreciendo durante toda la vida. Un momento especialmente delicado es la adolescencia, cuando se afianza nuestra identidad. Por eso, es en la adolescencia cuando suelen aparecer la anorexia.

Desde que somos pequeños vamos aprendiendo a conocernos a través de los ojos de los demás. Tenemos muchos espejos en los que mirarnos: padres, abuelos, hermanos, amigos, compañeros de colegio…Recibimos mensajes de todos ellos acerca de cómo nos ven, pero lo más importante es cómo lo interiorizamos y los mensajes que nos mandamos nosotros mismos.

Nuestro lenguaje interior y cómo nos tratamos van a determinar que tengamos una baja autoestima o una sana autoestima. Nos mandamos constantemente mensajes acerca de lo que valemos, nuestro atractivo físico, de lo habilidosos que somos, lo inteligentes etc…Todo esto genera ideas y sentimientos hacia nosotros. Si pienso que no valgo para nada, que no resulto atractivo a los demás, todos los demás son mucho mejores que yo, y yo tengo que ser el mejor en algo, mi autoestima se va debilitando. No tengo sentimientos positivos hacia mí, con lo cual tampoco me cuido, porque no me gusta como soy, “no me quiero”.

Si tenemos nuestra autoestima “a dieta” corremos el riesgo de querer solucionar todos nuestros problemas, nuestro malestar, haciendo una dieta alimentaria restrictiva y perder peso.

El comienzo de la anorexia

Es un trastorno alimentario que puede adoptar dos formas: restrictiva y purgativa. La anorexia restrictiva se basa básicamente en disminuir la ingesta de alimentos e incluso hacer ayuno. La anorexia purgativa intercala la disminución de alimento y el ayuno con respuestas compensatorias, fundamentalmente con el vómito.

Un trastorno de alimentación es una respuesta a otros problemas psicológicos y la insatisfacción general con la vida y consigo mismo. Esta insatisfacción y el comienzo de una dieta son los factores precipitantes del trastorno. Cuando una persona siente una falta de control hacia todo lo que le rodea y piensa que controlando lo que come todo va a cambiar, empieza a hacer dieta y puede empezar a sufrir un trastorno alimentario.

Los problemas con los que se encuentra una persona antes de padecer anorexia son de tipo interpersonal (relaciones con amigos, compañeros, parejas…), estrés y experiencias de fracaso, rasgos obsesivo-compulsivos y perfeccionismo. Una persona que quiere sentir control y éxito en algún área de su vida, pero se ve muy limitada por estos problemas llega así a controlar lo que come. Este control de la comida empieza a proporcionar un cierto bienestar, ya que las relaciones interpersonales que le provocan tanta ansiedad aquí no tienen cabida. Es algo que el individuo hace por sí mismo y le da sensación de control. Esta sensación y la pérdida de peso hace que siga restringiendo la comida.

Una persona que comienza a sufrir anorexia suele ser muy autocrítica, perfeccionista y con una baja autoestima.

La autoestima y la imagen corporal

Evidentemente, un factor fundamental para sufrir anorexia y baja autoestima es la insatisfacción corporal. La imagen corporal se utiliza como único criterio de valoración personal. La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la figura. La imagen corporal es la representación del cuerpo que cada individuo construye en su mente. Esta representación mental también incluye otros pensamientos relacionados, actitudes, sentimientos y valoraciones subjetivas.

A veces, parece que es más importante cómo te ven por fuera que cómo te sientes por dentro. Se identifica la autoestima con el físico.

Todos en algún momento nos hemos visto bien, y en algún otro muy mal. Esto a veces ocurre de un día para otro. Seguramente no seamos muy distintos cuando nos sentimos bien de cuando ocurre lo contrario, pero lo que sí es muy diferente es la actitud con la que nos enfrentamos a los demás y al mundo. Si nos sentimos suficientemente atractivos actuamos como tal. Nos mostramos seguros, más alegres, nos relacionamos mejor con los demás y nos sentimos merecedores de lo bueno que nos pase. Si pensamos que no somos en absoluto atractivos nos mostraremos inseguros, con miedo, nos relacionaremos peor socialmente y cuando nos suceda algo bueno creeremos que es pura suerte y que no lo merecemos.

Cuando una persona sufre anorexia y baja autoestima significa que no solo existe una insatisfacción corporal, sino que además hay una distorsión de la imagen corporal. Puede sentirse “gorda” a pesar de a pesar de tener un peso por debajo de lo “normal” o saludable.

Dada la gran importancia que se atribuye a la apariencia física y especialmente al peso y la talla en nuestra sociedad no es difícil que haya personas, sobre todo jóvenes, que piensen que todo su valor depende de tener un cuerpo delgado.

La trampa de la anorexia

Se llega a pensar que un cuerpo “perfecto” significa que se consigue lo que se quiere: ser feliz y que todo el mundo te quiera. Nada más lejos de la realidad, porque por mucho peso que se pierda nunca es suficiente para una persona anoréxica. A medida que se pierde peso aumenta el miedo a engordar. Se produce más ansiedad y la autoestima continúa también “a dieta”, ya que se sigue identificando con el físico y la insatisfacción corporal continúa ahí. La trampa de la anorexia es que la insatisfacción corporal continua aunque se pierda peso, la autoestima baja y la obsesión con adelgazar aumenta.

La necesidad de aprobación en la anorexia

La necesidad de aprobación es un tema central en anorexia nerviosa. Se basa en la creencia irracional de que uno tiene que ser amado y aceptado por todo el mundo para sentirse bien consigo mismo. Esta necesidad de aprobación va acompañada del miedo al rechazo.

A todos nos gusta “gustar”, ser aceptados y queridos, caer bien a los demás. Sin embargo, somos conscientes de que esto es imposible y le damos su justo valor. Todos tenemos que convivir con la posibilidad de ser rechazados por algunas personas, pero eso no nos quita valor. Le ocurre a todo el mundo. Cuando se vive el rechazo, o pensar que has sido rechazado, aunque no corresponda con la realidad, de una manera tan intensa, provoca mucha ansiedad. La autoestima ha sido amenazada y uno puede tratar de hacer cualquier cosa para no sentirse rechazado. Estas conductas pueden ser de sumisión (no dar tu opinión, no saber decir que no…) o, por ejemplo, adelgazar pensando que así se va a gustar a todo el mundo.

Factores de anorexia y baja autoestima

Cuando una persona sufre anorexia hay factores que mantienen el trastorno y la baja autoestima. El auto-castigo y déficit de auto-refuerzos son factores determinantes de una baja autoestima. Bajo un estilo perfeccionista llevado al extremo, cualquier pequeño fallo es duramente castigado por la persona. Por ejemplo, si una joven estudiante saca en un examen una nota más baja de lo que esperaba se castigará con mensajes como “soy tonta”, “no soy capaz”, y conductas como saltarse una comida y a veces conductas más extremas como hacerse pequeños cortes (auto-lesiones). Cualquier pequeño fallo tiene pensamientos de auto-odio y conductas de castigo. Sin embargo, los éxitos y avances no tienen ningún premio, recompensa o atribución de mérito personal. Por ejemplo, ante una buena nota en el examen puede pensar “era muy fácil” o “era mi obligación”.

La persona con anorexia tiende a compararse siempre con los demás, otro de los factores que mantienen una baja autoestima. Además, sobrevaloran las cualidades de los demás y buscan compararse con personas que cree son “más” en algo. Se fijan en lo que sobresalen los demás y les idealizan. Solo se fijan en los defectos (o lo que considera “defectos”) propios.

Cuando no se acepta el propio cuerpo y existe un auto-odio, tampoco se adoptan conductas de auto-cuidado. La mayoría de las conductas no persiguen salud y bienestar. Al contrario, buscan la pérdida de peso a cualquier precio. Son conductas de  castigo. El individuo que la sufre puede incluso a auto-lesionarse, como hemos dicho anteriormente. Restricción de comida, realizar ejercicio de forma compulsiva, abusar de laxantes y diuréticos, dormir poco o pasar frío son algunas de las conductas de castigo a nivel físico . Cuidarse es un síntoma de sana autoestima.

Conclusión acerca de la autoestima en anorexia

Como has podido ver, la relación entre anorexia y baja autoestima es muy relevante.Una baja autoestima es una de las características comunes y centrales en anorexia. La inseguridad, necesidad de control, necesidad de aprobación y el perfeccionismo son factores que tienen un impacto negativo en la autoestima. Por eso, cuando una persona con anorexia demanda ayuda psicológica, éste es uno de los temas centrales a tratar. El objetivo es que la persona aprenda a quererse, a valorase y a ser más justa consigo misma.